BAJO LA MIRA:
El control corporativo sobre los
sistemas alimentarios en México
Caso 3
Promoción, publicidad e información a consumidores
Bajo la Mira:
Promoción, publicidad e información a consumidores: El acecho a las infancias y el cabildeo contra la información clara
La ciencia apunta al consumo de productos ultraprocesados como un elemento que contribuye de manera importante a las crisis de diabetes tipo 2, cardiopatías y otras enfermedades no transmisibles en México. Estos productos se encuentran presentes en nuestros entornos alimentarios, y se publicitan con llamativas estrategias frente a las audiencias más jóvenes.
Como parte de los esfuerzos para regular y transparentar la información que se ofrece a los consumidores, México ha implementado medidas como los etiquetados frontales de advertencia en alimentos y bebidas, así como avances en la regulación sobre la publicidad de productos poco saludables que se dirigen a las infancias. Esto no sucedió de manera fortuita. Detrás de estos esfuerzos regulatorios recomendados por agencias como la Organización Mundial de la Salud y el Relator Espcial de Naciones Unidas sobre el Derecho a la Salud, existieron una serie de estrategias y esfuerzos de las industrias alimentarias para evitar la implementación de dichas medidas.
El tercer estudio de caso de esta serie, deja en evidencia cómo la manipulación de las políticas públicas por parte de las industrias alimentarias ha creado un entorno que favorece la rentabilidad económica a expensas de la salud y el bienestar de la población, además de mantener durante años, esquemas de información poco claros. Cámaras empresariales como ConMexico, el Consejo Coordinador Empresarial, y el Consejo Nacional Agropecuario, y grandes industrias multinacionales como Coca Cola, Pepsico y Nestlé, entre otras, han cabildeado en contra de mejoras regulatorias en los poderes legislativo, ejecutivo y judicial. En algunos casos, incluso con el apoyo interno de funcionarios e instituciones públicas que deberían proteger el bienestar poblacional.
Esta evidencia nos llama a abordar los determinantes comerciales de la salud, y establecer políticas públicas que limiten la interferencia de las industrias alimentarias, protejan a las infancias de la promoción de productos que ponen su salud en riesgo, y promuevan un entorno alimentario propicio para la toma de decisiones saludables.